Gracias a un twitt de @Hector_Robles_ nos llega este artículo publicado en La Vanguardia con motivo de la Barcelona Design Week de gran interés para los implicados de algún modo en el Diseño:
Design for Growth & Prosperity – Recomendaciones a la comisión Europea en materia de diseño
El pasado 17 de septiembre, los miembros del European Design Leadership Board (EDLB) le presentamos al vicepresidente de la comisión europea, Antonio Tajani, un informe de 21 recomendaciones sobre el rol del diseño en las políticas europeas, para una mayor competitividad de nuestras empresas y una mejor calidad de vida para todos los ciudadanos europeos.
Tal y como se indica en el documento entregado a Tajani, “nunca antes ha existido una oportunidad tan clara para la comisión europea, los estados miembros y sus regiones para dar un gran paso adelante y elevar el nivel del diseño como dinamizador de la innovación centrada en el usuario. Y esto a pesar de las presiones por la austeridad y la complejidad de los retos que Europa está enfrentando”
En 2011, el Vicepresidente Tajani nos invitó formar parte del EDLB, un grupo de trabajo formado por 15 expertos de diferentes ámbitos del diseño, la industria y la universidad, cuya labor era pensar cómo potenciar la introducción del diseño para el crecimiento sostenible e inclusivo de europa, el incremento de la competitividad y la mejora de la calidad de vida de todos los europeos.
En las recomendaciones elaboradas por el EDLB se habla de diseño entendido como una actividad de innovación centrada en el usuario para definir y crear productos y servicios deseables y usables, añadir valor y reducir costes. Diseño considerado como un sector de actividad económica, profesional y especializada. Diseño como herramienta para el crecimiento de las empresas y las organizaciones, de manera sostenible y responsable.
¿Pero cual es la visión de los miembros del EDLB? Conseguir que en 2020 el diseño esté totalmente integrado en el sistema europeo de innovación, reconocido como factor facilitador del crecimiento sostenible, para la prosperidad, la competitividad y el bienestar, reportando mejoras a nuestra sociedad.
En particular, que el diseño responsable juegue un rol estratégico en la mayoría de las empresas europeas, especialmente las PYMES y en sectores tradicionales, ofreciendo nuevas perspectivas y nuevas oportunidades de mercado, local y globalmente. Que el diseño sea reconocido por emprendedores e inversores como un importante valor intangible, pero también como un activo tangible en las empresas. Que el diseño en el sector público contribuya a la mejora y desarrollo de servicios amigables, sostenibles y accesibles para todos. Que el diseño se integre en los procesos de creación de políticas tanto a nivel Europeo, nacional, regional y local. En definitiva, que Europa sea conocida y reconocida como una economía y una sociedad orientadas al diseño.
Para conseguirlo, se han propuesto 21 recomendaciones, agrupadas en seis áreas estratégicas de acción: Diseño europeo en la escena global; Diseño en el sistema europeo de innovación; Diseño en el sector público; Diseño en el sistema europeo de investigación y Diseño en el sistema educativo.
Algunas de las recomendaciones son muy concretas, como la inclusión del diseño como factor de innovación para las PYMES en el programa Horizon 2020, cuyo presupuesto es de 80 billones de euros. Otras precisarán un marco temporal más largo, como la creación de un Tribunal Europeo para tratar casos de Propiedad Intelectual y trabajar para lograr tolerancia cero a las infracciones. O el desarrollo de una política europea de compra pública con un enfoque más sofisticado de búsqueda de soluciones innovadoras a través del diseño.
Con la presentación de estas propuestas al Comisario Tajani no hemos finalizado nuestra labor.
Nuestro cometido como miembros de European Design Leadership Board y, en mi caso, también como vicepresidenta de BEDA, Bureau of European Design Association, y directora general de BCD, Barcelona Centro de Diseño, es trabajar para la difusión y conocimiento de estas recomendaciones por parte de todos los ámbitos, en aras de lograr su implementación a corto, medio y largo plazo. Esto acaba de empezar.