Quinto día de «I Saloni 2013»: 13 de abril de 2013

Crónica de un diseñador español desorientado durante el Salón del Mueble 2013.

Como habrá podido intuir el lector frecuente, estas crónicas no buscan sustituir a una catalogación comprensiva de lo visto, y de antemano pido disculpas por la inexactitud de algunos datos. Este relato viene a manifestar de un modo eminentemente visual las sensaciones propias de una primera visita a este macroevento de cara a interesar a un profano.

Aunque pueda sorprender (o no), en estos 6 días no me ha dado tiempo ni a sobrevolar aunque fuese un poco, por todas los barrios de la ciudad que albergan actividad, es tarea imposible, y continuamente uno se pregunta cuan absurdo es concentrar esta mega-feria en solo 6 días, cuando a duras penas un mes le haría justicia. Aprovechando la llegada del fin de semana y del buen tiempo me  fui a la zona centro de la ciudad.

Terrazas y patio trasero de la Triennale durante la Design Week 2013

 

Una cita obligada de Milán para alguien interesado por el diseño, durante esta semana, o durante cualquier época, es visitar el Museo de Diseño de la Triennale. La Triennale es un institución cultural que organiza eventos y muestras de arte, diseño, arquitectura, moda, cine, comunicación y sociedad. En su sede del Palazzo dell’Arte, fantásticamente ubicada en un costado del Parco Sempione,  se encuentra desde 2007 el Museo de Diseño de la ciudad.

Interior de la Triennale durante la Design Week 2013

 

El Museo, tiene eventos y exposiciones durante todo el año, pero es en estos días que el número y el nivel de las mismas resulta inexcusable. Para aquellos interesados en La Triennale indicar que tiene convenios para visitar conjuntamente las Fundaciones de los grandes nombres del diseño como Achille Castiglioni (aquí mi visita), Vico Magistretti y Franco Albini.

Hogares de Viena y Tokio interpretados por mueble italiano. “Meet Design” en la Triennale.

Entre otras vi la exposición “Meet Design” que mostraba 7 hogares simulados de distintas ciudades del globo (Viena, Paris, New York, Tokyo, Sao Paulo, Pekín y Melbourne) con sus ambientes característicos pero que en todos ellos se utilizaban piezas italianas, a priori no te dabas cuenta de este hecho y ejemplifica perfectamente la enorme influencia del mueble Italiano en el mundo.

Espacio de exhibición de las maquetas de los 10 finalistas del concurso JTI Clean City Lab 2013.

Me encontré con más diseño español en la muestra de Japan Tobacco (a este show se apunta hasta el más insospechado). Los chicos del Instituto Europeo de Madrid destacaron venciendo en el concurso “JTI Clean City Lab” en su edición 2013, concurso que busca crear espacios y modos de convivencia entre fumadores y no fumadores.

La Triennale no se salva de la  heterogeneidad, junto a los mencionados concursos jóvenes, la marca de yates de lujo Benetti muestra su proyecto de yate GT diseñado por Palomba Serafini. Y Renault nos enseña un concepto realizado con Ross Lovegrove. Para los fans del diseño de automóviles, entre los que me cuento, no es más que el próximo Renault 5 tuneado por el Sr. Lovegrove, para los fans del diseñador, decir que solo ha podido colocarle unas llantas y unos cuantos LEDs, un trampantojo sobre el que personalmente tenía mucha ilusión y no satisfacerá a casi ninguno.

También había exposiciones de colectivos, como “Danish Chromatism”, selección de piezas de diseño tradicional y contemporáneo danés organizadas cromáticamente, uno de los espacios más fotografiados de toda la semana. Indicar que al comienzo de la misma no podían faltar algunas construcciones de LEGO 😉

De mis favoritos entre lo visto, la lámpara Kino de Emmanuel Gardin en exposición colectiva belga “Belgium is design”, Una sola lamina de abedul troquelada, doblada y enganchada con una pinza.

Tras una intensa Triennale, nos fuimos al “Museo della Scienza e della Tecnologia Leonardo da Vinci”. Un poco al sur, consta de edificios clásicos y modernos, mezclados con andenes, hangares y espacios abiertos donde te encuentras barcos, aviones, inmensas locomotoras, y más exposiciones de diseño, como no.

Nada más entrar te sumergías en la muestra “the rough and the smooth” con los “voluminosos” y dorados proyectos de Tom Dixon.

Más interesante resultaba su  trabajo “The capsule” para Adidas, en la imagen, una mochila que se abre/desmonta como un armario colgante, y que contiene lo necesario para un fin de semana de viaje. Entre las exposiciones, tan pronto asomaba una abigarrada colección de sillas de todas las épocas…

Que te podías tropezar con lo más inclasificable: en una majestuosa sala con hermosos frescos, Lensvelt había instalado sus últimas piezas diseñadas por Studio Job, Armarios y mesas con narices doradas, y un anodino ejercito de flexos con un botón del mismo color, todo ello a apropiados precios absurdos.

Para acabar (y quizás dejar mejor sabor), entre los jóvenes, me atrajo la propuesta de Morgan Bajardi. Vestimentas diseñadas para acentuar características fisiológicas, ya sea la altura, la delgadez o las curvas. Realmente funcionaban gracias a interesantes trucos visuales.

Al destacarlos, no pretendo remarcar ningún mensaje sobre la objetivación del ser humano. Lo que me atrae es que son piezas trabajadas con tecnología para ser excelsas en su función (gran parte de nuestras vestimentas buscan resaltar un aspecto determinado de nosotros, pero apenas usan ciencia); y ese enfoque funcional no lo he visto tan presente en esta semana… Pero, ¡hey! no estoy en Alemania, Milán va de otra cosa.

Aún queda un día y la jornada de reflexión, ci vediamo! (¡nos vemos!)

 

 

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