Crónica de un diseñador español desorientado durante el Salón del Mueble 2013.
Y el tercer día… ferió.
Entusiasmado como estoy con el Fuori Salone, se me paso por la cabeza no acercarme al recinto ferial, pues habiendo estado en otras similares y careciendo de un acusado interés profesional por mi parte, no me estimulaba un fatigoso día de deambular entre envarados comerciales en stands asépticos. Pero hubiese sido una descortesía hacia mis crónicas soslayar el origen de toda esta semana así que para allá nos dirigimos.
La feria se encuentra fuera del límite urbano, al extremo de la línea roja de Metro; para llegar es necesario disponer de un billete distinto a los abonos que permiten recorrer la ciudad. Hay billetes específicos, pero si dispones de un abono de un día, dos días etc. para moverte por Milán, solo habrás de adquirir el billete extra de una zona y media. Infórmate al respecto en los puntos de información de ATM (la empresa de transportes) como los que se encuentran en la estación de Duomo.
El tamaño neto de exposición de ‘i Saloni’ (Los salones) es de más de 400.000 metros cuadrados contabilizando los distintos salones (el salón del Mueble, ‘Euroluce’ de iluminación, ‘SaloneUfficio’ para el ambiente de trabajo y el ‘SaloneSatellite’ de jóvenes diseñadores).
En sus más de 20 pabellones hay más de 2000 expositores y 700 diseñadores jóvenes en SaloneSatellite provenientes de 17 Facultades de diseño. La feria es enorme, habría que dedicarle la semana entera, pero lo más frecuente es seleccionar en base a tus intereses, Mi acompañante y yo decidimos que visitaríamos mueble moderno, algo de ambiente de trabajo y el SaloneSatellite de los jóvenes diseñadores. Así que… zapato cómodo y a caminar.
Pero antes de ello, una recomendación. Si tienes interés en divulgar tu visita en algún medio de comunicación, resulta interesante acreditarte como periodista en la Puerta Sur: Es muy sencillo y dispondrás de una zona de prensa con WIFI, guardarropa y atención personal, y te proveerán de acreditación y un (muy) práctico trolley donde llevar toda la documentación que vayas recopilando (además de permitirte llevar agua, alimento y todo aquel arsenal para sobrevivir a los kilómetros que te esperan).
Seis pabellones conformaban mueble moderno, y comenzamos por el número 10 que teníamos a mano, he de indicar que la presencia española es notable, representa menos de la decima parte de las firmas italianas (que conforman el grueso del total), pero había en torno a unas 70 firmas como Puntmobles, Arlex, Andreu World etc. Muchos venían de la mano de la marca Muebles de España.
¿Cosas que haya visto en la feria? algunas tendencias creo haber detectado dentro del mobiliario moderno (cójase con las reservas de quién ha deambulado un día por la feria y no trabaja en el sector). Hemos visto muebles con detalles años 50 de una manera muy presente, también abundancia de capitoné como tapizado con todo tipo de telas y piezas (no solo en mueble clásico).
Pudimos comprobar también como casi cada Stand tenía su propia versión de la lámpara colgante de Castiglioni, (la revisión de clásicos sigue presente); y nos sorprendió la cantidad de mesas que exhibían patas centrales voluminosas en “anárquica” disposición.
Otra cosa que confirmamos, a pesar de no ser una feria de interiorismo, es la tendencia de utilizar plantas por los muros, en ocasiones vegetación hasta el punto de ser un pequeño ecosistema, no está adecuadamente representados en la imagen que adjunto con cuatro plantas, en otros stands eran más frondosos.
Dentro de la zona de mueble moderno, entre la ingente variedad de sillas, mesas, estanterías, armarios… no pude evitar que me llamara la atención el bastón de Thonet en el stand de Italcomma, para alguien que ha estudiado historia del diseño, es imposible no sonreír al ver este bastón-taburete colgante con esas reminiscencias históricas. Y para un domingo “de reposo” que mejor que un diván/cama/tumbona con pijama ya puesto.
Recorrer solamente el pabellón 10 volvía a ser un ejercicio de “sobreestimulación” que conseguía cadenciar tu paso y que dejases de percibir los diferentes stands, para pasar a conversar acerca del sentido y el futuro de todo lo que te rodeaba (conclusiones de dichas divagaciones en un futuro post) y solamente salías de tu incuria cuando los muebles te miraban con pequeños ojos o te tropezabas con una pieza ingeniosa, como la escalera que se pliega sobre sí misma.
Cuando ya no estábamos muy seguros de donde habíamos llegado y de que era lo que veíamos, decidimos abandonar el mueble moderno y dirigirnos a ver qué nuevos aires nos ofrecían los jóvenes del SaloneSatellite.
Continuará, que se está haciendo un poco largo para un sólo post…