Con frecuencia grandes diseños históricos pasan desapercibidos para las generaciones de estudiantes y profesionales del diseño, pues en general no aparecen reflejados en las publicaciones de tendencias, y rara vez entran en alguna retrospectiva de la disciplina. Los periodos de guerra, con el empeño de grandes mentes y recursos, son una fuente de invenciones notables. Ejemplos del siglo XX son el walkie-talkie de Motorola, el microondas de Raytheon, o el mismísimo frisbee (con la razón de su existencia en los conocimientos aeronáuticos de su inventor).
Un gran ejemplo, a mi entender, de buen diseño industrial es el bidón de combustible alemán de la segunda guerra mundial, el Wehrmacht-Einheitskanister, que más adelante sería conocido como Jerrycan (“Jerries” es el apelativo con el que los aliados denominaban a los alemanes durante la guerra).
En esa época los bidones de combustible de los aliados eran planchas soldadas de acero con un asa y un tapón de rosca, estos diseños, que provenían del transporte de keroseno, llegaban a provocar pérdidas de hasta un 40% de combustible dado que no aguantaban el apilamiento y podían causar la pérdida de medios de transporte enteros por incendios.
Estaban conformados por varias piezas de metal no muy grueso y poseían esquinas que cedían a las tensiones, lo que les llevo a ganarse el sobrenombre de “flimsies” que significa endebles.
Los alemanes dedujeron que el transporte efectivo de combustible en las zonas de combate sería un punto crucial en el aprovisionamiento durante la guerra (como se demostró en el Norte de África) y diseñaron y produjeron la Wehrmacht-Einheitskanister.
En 1940, tras una rocambolesca aventura, el prodigioso y codiciado bidón alemán llegó a manos los dirigentes aliados, que, sorprendidos, comenzaron a producir sus propias versiones.
¿Qué descubrieron en el diseño alemán que llevó a adoptarlo por parte de todas las naciones hasta el punto de que hoy en día es el bidón portátil estandarizado de la OTAN?
Resultó no ser una única innovación incremental en el diseño sino un acercamiento reflexivo en torno a las necesidades de los bidones que solucionó gran parte de las desventajas que tenían hasta el momento.
El Jerrycan era más práctico: Tenía una capacidad de 20 litros, lo que permitía su transporte por una sola persona, bien por sus asas, o la espalda “a modo de mochila.” Su forma de prisma rectangular facilitaba el almacenamiento, el apilado y podía ser enganchado a vehículos con un mejor aprovechamiento del espacio.
Era más resistente: Estaba construido mediante dos planchas de acero prensadas unidas con una única línea de soldadura sin esquinas vivas, y poseía unos característicos marcados de refuerzo en los costados que permitían aumentar su rigidez para el apilamiento y la expansión del líquido en su interior. Era por ello, menos proclive a fugas de líquido y más resistente a impactos, lo que conseguía que pudiese ser incluso lanzado desde aviones a baja cota.
Y sobre todo, estaba más pensado: El espacio tras las asas creaba una reserva de aire que, aunque el bidón estuviese lleno, le permitía flotar para poder ser recuperado del mar. Tenía un sistema de apertura evolucionado: el tapón era solidario al bidón, lo que impedía su perdida y estaba diseñado de manera que era imposible dejarlo mal cerrado.
La boca disponía de una cánula para el paso de aire que permitía un llenado o vaciado rápido, lo que hacía innecesario el uso de un embudo, e inclusive su construcción en dos planchas prensadas y soldadas, lo hacían más sencillo y económico de fabricar.
Otro punto a destacar era el sistema de 3 asas que permitía compartir el transporte de un bidón por dos personas, y a su vez una sola persona podía transportar 2 bidones vacíos agarrando dos asas exteriores contiguas.
El Jerrycan es un ejemplo de buen diseño, de un diseño que considera los factores humanos, la función, la tecnología y los factores económicos en su desarrollo. En este caso y como buen diseño alemán, la forma sigue a la función, pero la calidad de la función se reveló tal, que redefinió la forma que había de tener un bidón desde entonces.
El Jerrycan nació de las necesidades de la guerra, sin embargo hoy en día, existen múltiples proyectos que buscan seguir desarrollando la idea primigenia en pos de la solidaridad, pues el Jerrycan y sus variantes resultan bienes muy preciados para el transporte de agua en lugares como Sudán o Etiopía…
Mas esa, es una historia que contaremos otro día.
Más información:
En Wikipedia (inglés):
http://en.wikipedia.org/wiki/Jerrycan
Más información sobre Jerrycans en la página Olive-Drab.com:
http://olive-drab.com/od_mvg_jerry_can.php
Y aún más información sobre Jerrycans en este foro de G503:
http://g503.com/forums/viewforum.php?f=37&sid=c3fbcb2c6293c37c4c35901cc60ea0be
Os adrezco el compartir con todos nosotros toda esta amena información. Con estos granitos de arena hacemos màs grande la montaña Internet. Enhorabuena por este post.